Para mi papa, un regalo con el corazón.
Un padre es la persona que te guía desde el día uno que naces, y por el resto de tu vida acompañara tus pasos. Hay padres protectores, o sobreprotectores, padres cariñosos, padres que demuestran con un pequeño gesto, padres que defienden, padres que les gusta jugar al futbol, y padres que prefieren tocar la guitarra.
Lo que no hay dudas, es que un padre es el súper héroe de nuestra vida, por eso, si piensas en regalos personalizados para papa, o ideas para regalar al padre en su día, piensa en que actividades tu padre se desarrolla mejor, que disfruta más hacer, y hazle un regalo que sepas, que además de sorprenderlo, lo use, lo disfrute.
¿Desayunas con tu papa todas las mañanas? ¿Lo visitas los fines de semana? Grábale una taza con el nombre de los dos, con un mensaje de amor, o una foto. Para que el momento del desayuno, aun no estando tú presente, es como si lo estuvieses.
Si piensas que no hay regalos originales para el día del padre, es porque quizás no conoces todas las opciones que tenemos. Regalar de manera impersonal ya pasó de moda. Lo más importante es demostrar cariño al regalar, y más a una persona tan importante como lo es un padre.
Por eso, si piensas en regalar para el día del padre, piensa en regalar chocolates con un mensaje, para que se dé un gusto, un lienzo, o un rompecabezas con una imagen de ustedes también puede ser una opción que lo haga sentir orgulloso.
Regalitos hay muchos, y para todos los gustos, y lo bueno es que no hace falta ir a lo excéntrico para que guste, hay regalos baratos, que la intención y el amor es tanto, que el valor económico pasa a un segundo plano.
Muchas veces pasa que a medida que nos hacemos más grandes, cuesta un poco más demostrar los sentimientos, expresarlos. Por eso, si no se te da fácil el hecho de escribir cartas, puedes intentar transmitir ese mensaje de amor, que tanto te cuesta, a través de un presente. A través de un regalo original y personalizado.
Tantas veces cuando éramos chicos, nuestro papá nos hacía regalos que nos hacían felices, es hora de retribuir todos esos gestos, con algo que lo llene, que le de satisfacción. Que quiera mostrárselo a sus amigos. Que perdure en el tiempo, como el amor que sentimos cada vez que recordamos todo lo que hizo por nosotros desde el día que nacimos.